2007 Martinez

Esperanza Martinez

SIMPLICIDAD MÌSTICA
2007

Hay algo mas allá en la obra de Fritz Ruprechter que la (simple) relación con el expresionismo abstracto y el concretismo. Es una pintura que no se despoja totalmente de la textura y del diseño y en la que se encuentra una fuerte relación con la filosofía Zen.

Lo que atrapa al observador en estas superficies aparentemente simples son las finas líneas graficas, los variados matices del color en las acuarelas y los múltiples detalles a descubrir en la Pintura.

Esa atención se distribuye equitativamente en toda la extensión de la superficie de la obra. El sentido de tranquilidad que estas imágenes transmiten se debe a la falta de jerarquía entre los elementos diseño, color y textura.

El objetivo parece ser, el alcanzar un estado meditativo a partir de una observación minuciosa que desafía la forma común de mirar.

Se destacan dos aspectos importantes en estas obras: el color y la transparencia. Joseph Albers decía que el color era el medio mas relativo en el arte: Ruprechter a partir de sus obras lo confirma. El color aparece como una tinta, transparente y translucida, que se encuentran entre el observador y la superficie que la sostiene. El
color depende de esta superficie, vale decir se crea a partir de la relación entre los elementos, tinta, soporte y cera. La cera no solo protege sino que también entrega firmeza a ese elemento casi etéreo, el pigmento. La transparencia es mas que solo un efecto en Ruprechter; es una intención. La forma en como él muestra abiertamente los materiales utilizados, sin disfraz, al espectador dan prueba de su postura transparente hacia la forma de la creación. Mas aun, para hacer evidente todos los factores que construyen la imagen, logra en sus obras transparentes de gran formato mostrar claramente el elemento luz y su función como modulador del color.

En estas obras, como también en la filosofía Zen el estado de conciencia del aquí y el ahora son decisivos. En las obras de Ruprechter los elementos están dispuestos intencionalmente para despertar nuestros sentidos y hacernos conscientes de los aspectos concretos de la imagen. En ellas se presenta el "Do" de la filosofía
Oriental. Aquellas disciplinas que se centran en la acción de una acción determinada de forma totalmente consciente. Da la impresión que el artista mismo cayera en un estado meditativo durante el proceso de la creación de ellas, sumergido en la misma gama cromática, repitiendo un ritmo y un patrón determinado.

El que se detiene y observa estas imágenes con detención descubrirá que ellas son capaces de conducir al observador a un estado meditativo y tal vez hasta a un nivel de consciencia parecido al que se puede alcanzar en una meditación Zen.